La casa es por definición, el lugar donde se cumplen algunas de las aspiraciones más profundas del ser humano, pero ante todo es un lugar de espacio común en el cual las personas realizan actividades de subsistencia diaria, como alimentarse y calefaccionarse, utilizando para esta causa variados tipos de combustibles y electricidad, consumo de energía necesario para la vida.
Consumir energía es sinónimo de actividad, de transformación y de progreso, siempre que ese consumo esté ajustado a nuestras necesidades y trate de aprovechar al máximo las posibilidades contenidas en la energía.
La Eficiencia energética de un hogar es la relación entre la cantidad de energía consumida y los productos y servicios finales obtenidos. Se puede optimizar mediante la implementación de diversas medidas e inversiones a nivel tecnológico, de gestión y de hábitos culturales en la comunidad.
La operación diaria habitual que se realiza en la vivienda, puede conllevar a un ahorro considerable de energía si se cambian las actitudes de consumo y se es consciente de este de forma real, y si se es conciente del realmente necesitado.
En la mayoría de los casos basta con la elección de un electrodoméstico de bajo consumo, o de una racionalización en el consumo de la calefacción. A continuación algunos ejemplos prácticos para llevarlos a cabo en nuestros hogares.
-Electrodomésticos, agua caliente entre otros
Por regla general las recomendaciones se centran en un uso racional y en un correcto mantenimiento:
Refrigerador:
Mantener bien cerrada la puerta en todo momento, y se debe evitar una apertura excesiva del refrigerador, ya que al cada vez que los abrimos, este enciende y apaga el motor, aumentando el consumo.
Lavadora y Lavavajillas:
Planificar los lavados, de tal forma que cada lavado tenga su máxima carga. La lavadora consume casi igual a plena carga que a media.
Aire Acondicionado:
Conectar el aire acondicionado a una temperatura de 25ºC aproximadamente. Cada grado que disminuya la temperatura estará consumiendo un 8% más de energía. Desconectarlo cuando no haya nadie en casa o en la habitación que esté climatizando. Instalar burletes adhesivos en puertas y ventanas permite ahorrar entre un 5 y un 10% de energía.
Iluminación:
El empleo de bombillas de bajo consumo supone un ahorro de hasta un 80% respecto a las convencionales.
Para ahorrar basta con adquirir hábitos, como por ejemplo:
- Apagar luces en estancias donde no se habite
- Emplear una fuente de luz eliminando las fuentes luminosas redundantes
- Si se dispone de la opción, abrir ventanas y emplear la luz natural en lugar de la artificial
Hábitos del agua caliente:
El empleo del agua caliente se realiza en la vivienda en ocasiones muy específicas como la ducha, al lavar los platos y la cubertería. En todos ellos se aconseja: Emplear agua caliente sólo cuando es estrictamente necesario, y si es posible, modificar la grifería por una eficiente, que realiza ahorro de agua y energía a la vez.
fuente: greenpeace
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