Foto: sweetbeetandgreenbean.
Según un informe elaborado por la Comisión de Desarrollo Sustentable del Reino Unido (SDC, por sus siglas en inglés), los consumidores deben reducir la ingesta de carne, lácteos y productos procesados para luchar contra el cambio climático y mantener una dieta más sana que evite enfermedades como la diabetes, cáncer o problemas cardíacos.
La propuesta del estudio es promover un cambio en los hábitos de consumo, lo que a la vez produciría modificaciones en el sistema de producción. De acuerdo con Guardia.co.uk, teniendo en cuenta que alrededor del 18 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de Gran Bretaña están relacionados con la elaboración de comestibles, los expertos proponen cambiar las formas de producción implementando técnicas orgánicas, lo que se traduciría en mayor respeto hacia la vida silvestre, el medio ambiente y la salud humana.
Dieta recomendada contra el calentamiento del global
Si bien el estudio ha tenido en cuenta los hábitos alimenticios del Reino Unido, lo concreto es que la industria alimentaria es responsable de grandes emisiones de GEI en todo el mundo. Es por esto que a continuación explicamos algunos puntos básicos, desprendidos del informe, para mejorar la salud y disminuir el impacto ambiental:
-Reducir el consumo de carne y productos lácteos: esta es una premisa que se viene promoviendo desde hace algunos años, con defensores y detractores. Este nuevo informe se inscribe en el primer grupo asegurando que además de prevenir enfermedades cardiovasculares, algunas formas de cáncer e infecciones transmitidas por animales, este hábito contribuye a disminuir la deforestación y la pérdida de biodiversidad, libera tierras agrícolas y recursos hídricos, da como resultado una dieta más barata y hasta generaría más empleo.
-Reducir el consumo de alimentos procesados y bebidas: esto ayudaría a disminuir los niveles de obesidad y algunos problemas bucales, como las caries. En cuanto al impacto ambiental, se traduciría en una reducción de emisiones de GEI debido al gran consumo de energía que demanda la producción de estos alimentos.
-Reducir los residuos: mientras que los beneficios para la salud se traducirían en eliminar algunos problemas de obesidad, una dieta más barata y alimentos menos intoxicados, los beneficios ambientales están relacionados con la reducción de: emisiones de CO2, residuos en la agricultura y alimentos importados.
Por último, otros cambios recomendados a partir de la elaboración del estudio, fueron los siguientes:
-Comer más frutas y verduras.
-Consumir pescado recolectado en forma sostenible.
-Ingerir más alimentos elaborados con el respeto de la vida silvestre y el medio ambiente (es decir, orgánicos).
-Hacer las compras a pie y cocinar y almacenar los alimentos para consumir menos energía.
Puede que estas recomendaciones no sean de lo más novedosas, pero sirven para seguir poniendo foco en la importancia de la alimentación tanto en relación a nuestra huella de carbono como en torno a la salud. Recordá que desde TuVerde apoyamos la campaña Lunes sin carne, que te propone que dejes de lado la carne una vez a la semana para crear el hábito de reducir la participación de ésta en tu dieta.
El dejar la carne y reducir el consumo de lácteos puede hacerte pensar que tu dieta se va a volver aburrida o monótona, pero todo lo contrario: por lo general, las personas vegetarianas tienen una dieta mucho más variada que aquellos que consumen distintos tipos de carne. Animate y empezá con un día a la semana, en TuVerde te ofrecemos numerosas recetas vegetarianas para probar.
fuente: tuverde
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