jueves, 14 de enero de 2010

Maíz transgénico

Investigación

Cultivos transgénicos

El maíz modificado genéticamente MON 810, del que se han cultivado 80.000 hectáreas en España, se ha prohibido en Alemania. ¿Por qué?

La producción mundial de alimentos sin las plantas transgénicas es casi impensable. Desde la soja transgénica hasta el algodón transgénico y, sobre todo, el maíz transgénico ya ha conquistado los mercados de todo el planeta. En la Unión Europea, sin embargo, se sigue siendo escéptico en cuanto a las supuestas ventajas de estas plantas modificadas.

MON 810 sigue siendo un prototipo

En 1998, la Unión Europea permitió el cultivo de la variedad de maíz transgénico MON 810 de la empresa agraria estadounidense Monsanto. Hasta el día de hoy, MON 810 es la única planta transgénica que puede comercializarse en la UE. No obstante, el maíz transgénico sigue causando polémica. Las plantas transgénicas son creadas, por ejemplo, para ser resistentes contra parásitos, minimizando así posibles pérdidas en la cosecha. El cultivo transgénico MON 810, por ejemplo, lleva un gen introducido artificialmente la bacteria de suelo Bacillus thuringiensis.

Este gen codifica una proteína tóxica, la llamada toxina Bt. Con este veneno se quiere acabar sobre todo con la plaga piral del maíz (Ostrinia nubilalis), una especie de polilla que se nutre, entre otras cosas, del grano maíz. Sin embargo, no se ha podido aclarar definitivamente si la toxina Bt no daña también a otras especies de mariposas, escarabajos sanjuaneros y organismos acuáticos. Hace tiempo que los ecologistas advierten de tal peligro, y exigen una prohibición general de las plantas transgénicas.

Transgénicos: demasiadas preguntas abiertas

En 2005, MON 810 se admitió en toda Europa, incluida Alemania. Desde entonces se han cultivado 360 hectáreas. Ahora la ministra de Agricultura alemana ha prohibido el cultivo transgénico de MON 810. Diversos estudios, entre los que se encuentra la Oficina Federal para la Protección del Medio Ambiente de Alemania, sospechan que MON 810 puede representar un peligro para el medio ambiente. Pese a que el productor multinacional Monsanto afirma que no hay ninguna razón para preocuparse.

Protección del medio ambiente

Acabar con MON 810 en Alemania significa que acabar con la propagación de plantas transgénicas en Alemania. En este sentido, también Francia, Austria, Luxemburgo, Grecia y Hungría han prohibido el cultivo. Los ecologistas españoles esperan que llegue una prohibición a nivel de toda la Unión Europea, pese a las quejas de los agricultores que "se pasaron" al maíz transgénico. En el caso de los países donde se ha hecho efectiva la prohibición, muchos agricultores se enfrentan a la ruina. Por otro lado, algunos investigadores especializados en ingeniería genética han criticado la decisión de Alemania, Francia o Grecia. Los científicos temen quedarse atrás en la competencia internacional debido a semejantes medidas restrictivas.

Aunque el maíz de cultivo transgénico dejará de crecer en los campos alemanes, franceses o austríacos todavía no se ha tomado una decisión sobre cómo hay que tratar la "ingeniería genética verde" en el futuro. En el caso particular de Alemania, la prohibición de maíz transgénico MON 810 no significa "una decisión contra la ingeniería genética en general". La mayoría de los alemanes, sin embargo, se muestra escéptica frente al maíz transgénico.

Y es que será difícil cambiar la mentalidad de aquellos investigadores que opinan que el calentamiento global no nos dejará otra opción que recurrir a las “superplantas” transgénicas.

mundo-geo

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