sábado, 23 de enero de 2010

Reservas naturales de Latinoamérica: Parque Nacional Tierra del Fuego

Parque Nacional Tierra del Fuego

Foto: Arthur Machado.

Seguimos recorriendo las Reservas naturales de Latinoamérica, esta vez volviendo a Argentina.

Entre las múltiples bellezas que ofrece la austral provincia de Tierra del Fuego, se destaca el Parque Nacional Tierra del Fuego, reserva natural de diversas especies de fauna y flora fueguina. En esta nota, te invitamos a recorrer los senderos de este precioso parque que nos llevarán directo al fin del mundo.

Ubicado al suroeste de la provincia de Tierra del Fuego, a 11 kilómetros de Ushuaia y 3.200 de Buenos Aires, el parque - antiguamente habitado por indios Yámanas- fue inaugurado en el año 1960, para proteger 63.000 hectáreas del extremo austral de la Cordillera de los Andes.

Paisajes

Son muchos los paisajes que dentro de este parque -vieja tierra de glaciares desaparecidos- pueden ser visitados: en el sector costero se encuentran las Bahías Ensenada y Lapataia -que descansa sobre el canal de Beagle y donde termina el suelo del continente-. En ellas se intercalan barrancos y pequeñas playas.
Del mismo modo, el parque cuenta con valles surcados por ríos y lagos enmarcados en cordones montañosos, como el Fagnano – Kami-, o el Roca.

Flora y fauna protegida

Presentándose como el área natural protegida más austral de la Argentina, el parque alberga y protege una gran diversidad de vida silvestre.

Flora

Perfumados ñires, lengas, canelos, leñaduras, notros y coihue de Magallanes forman su vegetación arbórea. Además, sobre su superficie se desarrolla la estepa andina y los turbales. Estos últimos son característicos del suelo fueguino, y están constituidos por restos de vegetales -principalmente musgos, gramíneas y juncáceas-, acumulados y comprimidos en depresiones del relieve; bajo presión y en un ambiente sin oxígeno y ácido, se produce una lenta descomposición de las plantas que mueren, generando un colchón sobre la tierra que resulta esponjoso al tacto.

Entre sus flores, abundantes en verano, se pueden disfrutar de violetas amarillas, orquídeas blancas, verdes y amarillas, siemprevivas, así como también de margaritas blancas y amarillas, edelweyss fueguina, luzuriagas, entre muchas otras.

En su soto bosque encontramos arbustos espinosos como el calafate, el michay y la parrilla. Asimismo, en sus sectores más húmedos se desarrollan las denominadas frutillas del diablo y pequeños helechos.

Fauna

Entre la fauna fueguina, son zorros colorados y guanacos los que se cobijan en el parque. Otras especies como el murciélago orejas de ratón, el ratón colilargo, la rata conejo y el ratón lanoso están presentes, pero no son tan visibles para el visitante.

Además, en verano asoman cientos de conejos, especie que fue introducida en la zona por el hombre, junto al zorro gris, el castor y la rata almizclera.

A la par, el parque es habitado mayoritariamente por aves como los cauquenes comunes, cabecigrises y bandurrias, que pueden ser observados en espacios abiertos.

En espejos de agua viven el pato vapor y el macá grande. Por otro lado, el bosque es el hábitat de aves como el carpintero patagónico y el rayadito, y es frecuente ver cóndores sobrevolando cumbres y valles.

Al ser el único Parque Nacional que posee costa marina, ofrece la exclusividad de avistar aves tales como el albatros de cabeza negra, el ostrero, el cauquén playero o el petrel, así como también algunos mamíferos marinos.

En las rocas costeras hay mejillones y cholgas. Nadan en sus aguas dulces el Puyén y la Peladilla. También salmónidos no autóctonos, como las truchas arco iris y marrón. En el mar figuran el róbalo, el abadejo, la merluza de cola y las sardinas.

Actividades

El parque cuenta con el llamado “trencito del presidio”. Recibe su nombre por haber servido en 1910 como transporte de carga para trasladar los troncos que los presos de la cárcel de Ushuaia cortaban para ser usados luego en las estufas del penal o consumidos por la usina. Hoy, se puede hacer parte de ese recorrido, siendo posible apreciar la zona desbastada desde aquel entonces por la tala indiscriminada de su bosque y que, a partir de la creación del parque, está siendo recuperada.

Dentro del área protegida se encuentran diversos campamentos en las zonas del Lago Roca, Bahía Lapataia, Bahía Ensenada, y río Pipo.

Finalmente, el parque cuenta con senderos peatonales y diversos recorridos, entre ellos:

Paseo de la Isla: recorre el archipiélago Cormoranes, transitando por las costas del río Lapataia y Ovando.
Paseo a la Laguna Negra: sus aguas presentan una coloración oscura relacionada con la presencia de extensos túrbales.
Paseo al mirador: desde el mirador se obtiene una vista panorámica de la Bahía Lapataia.
Paseo a la castorera: allí se puede observar el sistema de diques de los castores.
Senda Pampa Alta: atraviesa bosques de lenga y guindo. En Pampa Alta se obtiene una vista panorámica del Canal de Beagle.
Senda Costera: se puede conocer la costa marina en las Bahías Lapataia y Ensenada.
Senda al Hito XXIV: Transita la costa norte del Lago Roca, de origen glaciario.

Por todo esto, el Parque Nacional Tierra del Fuego es un destino que no debemos dejar de visitar.

fuente: tu verde

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