A diferencia de otras compañías aéreas que compensan por pasajero y le hacen pagar a éste por la protección del medio ambiente, la política de Nature Air es compensar por el 100 por ciento de las emisiones de carbono con sus propios recursos.
"No podemos disculpar ni justificar que si sólo hemos vendido el 60 por ciento vamos a compensar por el 60 por ciento", dice Huntley, quien asegura que "la mayoría de la gente cuando se compra el tiquete no sabe que está compensando el 100 por ciento de las emisiones carbono del vuelo".
A través del programa "Nature Kids", la compañía también financia la enseñanza del inglés en cuatro escuelas en la Península de Osa a niños sin recursos, gracias a las donaciones de los pasajeros, que son en el 60 por ciento estadounidenses.
"El éxito de Nature Air es que no tenemos la experiencia de aviación, venimos más de la industria turística por lo que tenemos más la visión de los viajeros. Somos viajeros", resume Huntley.
Un éxito que se puede ampliar si en menos de 12 meses ponen en marcha su plan de abrir más destinos a Panamá e iniciar vuelos a Nicaragua, Guatemala, Honduras y "tal vez" Colombia.
Todo un desafío en esta época de crisis en que han perdido el 15 por ciento de los turistas, el 25 por ciento de Estados Unidos.
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