¿Estamos dispuestos a cambiar nuestros hábitos para mejorar el planeta? Se me ocurrió esta pregunta mientras caminaba por Palermo y no pensaba en grandes cosas sino en cosas simples como, por ejemplo, hacerse cargo de la caca de su propio perro. O no dejar que el animal pase a lugares no permitidos.
¿Será necesario que se imponga una sanción a quienes no lo hagan como sucede, por ejemplo en Londres? En realidad aquí, en la ciudad de Buenos Aires, está prevista la multa para quienes no se hagan cargo de los animales que pasean. El decreto 1972/01 establece que los animales domésticos deberán ser conducidos con correa y collar; los propietarios o tenedores estarán obligados a recoger las deyecciones de los animales y los paseadores no podrán llevar más de ocho perros. Quien no cumpla con la reglamentación, deberá pagar multas de entre 25 y 200 pesos a partir de marzo.
Foto: Alan Soria Guadalupe
Está a la vista que no se cumple. Tampoco nadie controla que se haga. Así como tampoco se ven prácticas muy sustentables a la hora de ver los comportamientos de la gente. Me parece que está bueno que cada uno haga una examen de conciencia en ese sentido. Si bien dedico buena parte de mis comentarios a los responsables de las políticas públicas, que tienen gran responsabilidad, también me parece que si cada uno aporta su granito de arena algunas cosas mejorarían. Y empezar con las pequeñas grandes cosas me parece una buena oportunidad. Les dejo la inquietud.
fuente: la nación
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